"El estado de inocencia de los acusados no ha sido vencido". Esta fue la última frase que pronunció el presidente de la Sala II de la Cámara Penal, Alberto Piedrabuena, en la breve explicación que dio sobre el fallo que estableció la absolución de los 13 imputados por la desaparición de María de los Ángeles Verón. Antes, a las 21.12 y durante cuatro minutos, la secretaria de la sala, Norma Díaz Volachec, había leído la sentencia en medio de los gritos de alegría de los absueltos y de bronca de los querellantes.
Tras 10 meses de proceso judicial e igual cantidad de años desde que Marita desapareció, todo quedó en fojas cero. En el fallo -que salió por unanimidad-, los magistrados Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano hicieron hincapié en que ninguna prueba sirvió para probar la teoría de que el 3 de abril de 2002 Marita fue secuestrada y luego vendida a una red riojana de prostitución.
Susana Trimarco se mostró indignada y adelantó que pedirá un juicio político contra los tres jueces. También denunció hechos de corrupción y que el ex presidente de San Martín, Rubén Ale, "continúa manejando la Justicia". "La presidenta (Cristina Fernández) se solidarizó conmigo", dijo. Ministros nacionales, funcionarios, legisladores y miles de ciudadanos de toda Argentina manifestaron por las redes sociales su enojo ante la decisión judicial.
Se presume que, ahora, se abrirá otra etapa judicial. Persiste la incógnita sobre qué pasó con Marita y sobre quiénes la secuestraron.